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Este es el Blog del Grupo Juvenil, Caminando con Jesús que pertenece a la Parroquia Jesucristo Redentor en Bogotá. Semanalmente se publicará una entrada de parte de alguno de los miembros del grupo acerca de temas diversos.

jueves, 23 de diciembre de 2010

No te aflijas don Camilo…

“-No te aflijas, don Camilo -susurró el Cris­to-. Sé que es para ti pecado mortal ver que hay hombres que dejan malograrse la gracia de Dios, pues sabes que yo bajé del caballo para recoger una migaja de pan. Pero es preciso perdonarlos porque no lo hacen para ofender a Dios. Ellos buscan afanosamente la justicia sobre la tierra porque no tienen ya fe en la justicia divina y procuran afanosamente los bienes terrenales porque no tienen fe en la recompensa divina. Por eso creen solamente en lo que se toca y se ve y los aviones son para ellos los ángeles infernales de este infierno terrestre que en vano tratan de convertir en paraíso. Es el fruto de la excesiva cultura que conduce a la ignorancia, pues si la cultura no está sostenida por la fe, en un cierto punto el hombre sólo ve la mate­mática de las cosas. Y la armonía de esta matemática se vuelve su Dios y olvida que es Dios el creador de esa matemática y esa armonía. Pero tu Dios no está hecho de números, don Camilo, y en el cielo de tu Pa­raíso vuelan los ángeles buenos. El progreso torna el mundo cada vez más pequeño para los hombres: algún día, cuando las máquinas corran a cien millas por mi­nuto, el mundo parecerá a los hombres microscópico y entonces el hombre se hallará como un gorrión en el ápice de un altísimo mástil, asomado sobre el infinito, y en este infinito volverá a encontrar a Dios y la fe en la verdadera vida. Entonces odiará las máquinas que han reducido el mundo a un puñado de números y las destruirá con sus propias manos. Pero aun se necesi­tará tiempo, don Camilo. Por el momento no temas: tu bicicleta y tu motorcito no corren ningún peligro.

Tomado de “Don Camilo” de Giovanni Guareschi

Jesús Herrera

domingo, 19 de diciembre de 2010

La meta del camino

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Fue algo ocurrido hace ya muchos años. Por lo menos seis años. Me encontraba yo ante el computador como de costumbre, mi hermano estaba en el estudio conmigo y cerca de nos estaban todos los CDs y DVDs que Juanjo nos había traído en ese último viaje. Mi hermano tomó uno de los DVDs de caja alargada y luego de verlo un momento, alzó la mano para tomar otro que había arriba en la biblioteca, uno deP6220224 los que Juanjo había traído en el viaje anterior.

-Oiga, esos gallegos son como creativos- dijo.
-¿Por qué?- Le pregunté
-vea: “El camino hacia la meta” y “La meta del camino”-

Cuando Juanjo se sentó en la sala a hablar con mi abuelito, llegamos a hacerle el mismo comentario.
P6200089-Eso es intencional, has de saber que repetir las palabras es una técnica de mercadeo y la arquidiócesis ha tomado eso para tratar de meterle en la cabeza a la gente “Meta”, “Meta”,“Meta”, porque se quieren olvidar que el Camino tiene una meta- nos respondió. (Recuerdo bien el sentido de la respuesta y he tratado de escribirla lo más fielmente posible, pero no será raro que me haya desviado de su estilo particular de hablar)

El Camino de Santiago es una ruta milenaria que atraviesa el norte de España buscando la catedral de Santiago de Compostela, la tumba de Santiago hijo de P6220230Zebedeo, apóstol misionero de Cristo. En las épocas más oscuras de Europa los peregrinos que se volcaron desde todas partes para defender con bordón y sombrero la identidad cristiana de España labraron el camino con el azadón de sus sandalias. Entra en España desde Roncesvalles en la frontera con Francia, aunque sus pasos vienen incluso desde Moscú.

A través de la historia el camino ha tenido sus altos y sus bajos, estos últimos generalmente provocadosP6210146 por la guerra, pero hoy en día es partícipe de una oleada sin precedentes (Lo sé de buena fuente, Jenaro, el hermano de Juanjo, dirige la oficina que recibe a los peregrinos). Al parecer esa juventud europea que tantas decepciones mostró a quienes se le acercaron, es uno de los más asiduos visitantes del camino. Parecería que Jesucristo encomendó a Santiago la labor de revivir la fe que después de un siglo de catástrofes en España, amenazaba con apagarse.

P6190032Juanjo llegaba cada vez con un nueva cifra y una expresión de asombro. Resultaba extraño, sin embargo, que alguien cuyo amor por la tumba del apóstol y su legado eran reconocibles por cualquiera que le acababa de conocer, sintiera sospechas hacia la explosión tan súbita de peregrinajes. Cuando me fui adentrando, llevado por Juanjo, a veces a una velocidad mayor que la que mi P6210157entendimiento soportaba, en el enorme peso simbólico y espiritual que reside tras la peregrinación comencé a comprender que algo no andaba bien, sobre todo cuando después oí hablar de gente que hacia el camino una y otra vez, gente que pasaba de largo frente a la catedral y seguía hacia finisterre, y vi una propaganda de la Xunta promoviendo el camino sin la más mínima mención al apóstol, y diciendo: “Al final lo único que quieres es volver”. (Si habrá políticos cuyo oficio no pareciera ser otro que el de hacerle zancadillas al Cristo que pasa con la cruz a cuestas)

Bien, pues unos años después era yo el que estaba allí con la maleta al hombro y los pies sobre la tierra mojada, ese fue un verano frío, delP6220240 camino. Juanjo nos llevó hasta Sarria y de allí recorreríamos los últimos cien kilómetros del camino, lo mínimo que ha de recorrer una persona a pie o a caballo para poder recibir la Compostela. Fueron cinco días de camino largo y pesado, mis piernas no querían moverse y debía reunir las marginales fuerzas que me quedaban para forzarlas a avanzar. A lo largo del camino pocas cosas impresionan tanto como el cambio de paisaje. A pesar de que no salimos del relieve suave y P6190067ondulado del centro de Galicia, se podía percibir cómo se acercaba Santiago a cada paso que dábamos. Al principio el camino atravesaba bosques profundos de robles y nogales, y pasaba junto a lugares pequeños, compuestos por una parroquia, tres casas,  y un cruceiro, todas hechas en piedra de un gris parduzco y techos negros de lajas redondeadas de pizarra; es un sumergirse en la Galicia apacible que pareciera nunca cambiar. Pero al avanzar por el camino, las casas más modernas, el camino suavizado con asfalto y el cambio en los bosques, (ni hablar de la N-547 y el paso junto al aeropuerto) hacía sentir que la ciudad se acercaba y el camino llegaba a su fin.

P6220259En esas andaba en el cuarto día cuando se me ocurrió pensar si la muerte también llega con esa sensación de cercanía que la anuncia sin decir palabra. Rápidamente deseché esa idea, la norma es que la muerte llegue sin anunciarse cuando uno está menos preparado para recibirla, pero en el fondo la analogía que había hecho entre el camino y la vida me quedó en la mente y la mantuve ahí sin lograr sacarle nada. No lograba darle estructura intelectual al cuadro de sensaciones que tenía, simplemente algo en el camino se hacía parecer a una “pequeña vida”.

Hoy quisiera traer a colación esa analogía, hecha más por mi alma que por mi mente, a través de las palabras de Juanjo, que a pesar de responder simplemente a una chanza nuestra, llegaron colmadas de contenido existencial. El Camino tiene una meta que no ha de perderse P6220263jamás de vista, pues es la meta lo que separa al peregrino del vago. Esa meta es Cristo Jesús quien a través del apóstol Santiago llegó a esas colinas gallegas para quedarse, y desde allí derramar la salvación hacia toda Iberoamérica. Es a Cristo a quien buscan los pasos del peregrino, es a Cristo a quien apunta la historia de toda Europa vertida sobre aquella delgada y sinuosa línea de tierra, aquella vía de salvación. Y si nuestra vida realmente es un camino, podemos divagar acerca de la ruta o el tiempo, pero hemos de estar seguros acerca de la meta que buscamos. ¿Quién queremos  que nos reciba en la ciudad en que demos nuestro último paso y cerremos los ojos paraP6230311 siempre? ¿Cuál es nuestro faro y nuestra estrella polar? Cristo en la Jerusalén celestial nos espera con los brazos abiertos y la corona de la santidad en su mano, todo lo que hemos de hacer es decidirnos por él y ponernos en camino.

Por eso he querido hacer pasar por mi boca esas palabras que siento me llegasen desde la catedral celestial en que Juanjo ahora labora: Joven, ¿Cuál es la meta de tu camino?

Jesús Herrera

viernes, 3 de diciembre de 2010

"Aprender a arrodillarse" (el descubrimiento de la amistad). P. Llucià Pou Sabaté

Andaba por la web, y me encontre con un artículo maravilloso que me gustaría que leyeran. Así que se los copio textualmente.

"Aprender a arrodillarse" (el descubrimiento de la amistad).

¿Es el dolor piedra de toque de toda la estructura vital de la persona? En ese caso, la respuesta ante el problema del sufrimiento hará que la balanza de los sentimientos vitales se incline hacia la esperanza (la alegría de vivir) o hacia la tristeza (el desconcierto de lo absurdo). Vamos a ver algunos aspectos del contacto que la adolescencia y la juventud toman con él, en momentos particularmente importantes para descubrir el sentido de la vida. En definitiva, queremos acercarnos al misterio de la relación que tiene el sentido de la cruz con la alegría.
1. Incógnitas de juventud
Escribía una chica: "Tengo veintidós años, juventud y fuerza para vivir, pero en muchas ocasiones me siento indiferente y alejada de los demás. Río, pienso, disfruto y sufro pero no soy uno de ellos, tarde o temprano he de huir; no sé por qué pero encuentro una barrera, como un muro... trato de ser sociable pero vivo añorando mis largos paseos por la playa o por el camino, dejo de tocar con los pies en el suelo y me alejo de las personas. Me siento atada a las personas y ahogada por ellas al mismo tiempo, qué paradoja. Creo que no sé vivir. Necesito espacio, aprender a expresarme, vencer mi timidez día a día, pero una y otra vez meto la pata, pierdo las oportunidades, se pasa el tiempo... y quisiera saber la causa de la tristeza que a veces siento en mi interior, quisiera saber por qué esa indiferencia y vacío que me impide pensar, sentir, vivir; quiero saber si sé amar... pero no sé bien qué es lo que busco, y además, ¿por dónde empezar? ¿por dónde?"
La protagonista de estos pensamientos refleja bien, junto con una inseguridad que arranca de la adolescencia, una lucha por la vida, una apertura a la esperanza. Junto al "miedo a vivir" que se experimenta en el paso de la adolescencia a la juventud, tiene las tentaciones de refugiarse en uno mismo y en las fantasías, quizá imaginando una historia en la que nosotros somos los protagonistas incomprendidos y despreciados por el momento, "pero llegará el día que podremos demostrar el talento oculto, y un acto de servicio a los demás que podrá ser heroico, y entonces los demás reconocerán nuestros méritos..." ¡qué bien se está ahí, en estas fantasías! "¡Quién pudiera prolongar esos sueños!", pero el tiempo castiga...! y si uno se encierra en ese "éxtasis", no vive, en realidad se encierra en su torre de marfil, alejado del mundo y de los demás. Hay que bajar del éxtasis, salir del dulce sueño y tomar partido en la batalla de la vida.
2. ¿Por dónde empezar? Las preguntas de la chica "¿cómo, por dónde empezar? ¿y sé amar?" no pueden quedar sin respuesta: "empieza a amar, deberíamos decirle a esta persona necesitada de convicciones, ábrete a los demás, ayuda a alguien, no huyas, tira ese mundo que en realidad no es más que un engaño. Ese obstáculo que tanto te separa de los demás -convéncete- es imaginario, está sólo en tu cabeza. Mete la pata las veces que sea necesario y caliéntate al fuego de la esperanza, ríete de ti misma y no te congeles por el hielo del aburrimiento, el miedo al sufrimiento y a la acción, y no te pierdas más en ese mito irreal lleno de vanas complacencias..."
Aburrimiento y soledad en el joven. ¿Cómo se da en el joven esta soledad existencial y afectiva, ese aburrimiento? Si no tiene alguien con quien comunicarse de verdad, con quien confiar, la soledad que a la persona en lo más íntimo de su alma; y al parecer hoy día más: se crean unos problemas subjetivamente inmensos de incomprensiones, incomunicabilidad, aislamientos, individualismos, tristezas, ansias, angustias, sentirse abatidos, desánimos y depresiones... como la abulia, este mal que lleva a no conseguir hacer nada, no encontrar gusto a nada, esta insatisfacción que les lleva a exclamar "no encuentro sentido a la vida, tengo nauseas de todo, todo me es indiferente". En este contexto, hay formas de alienación que encuentran ahí campo de cultivo para su desarrollo: la publicidad fácil, el "escape" a través del alcohol, sexo o droga. Y cuando el erotismo prevalece sobre la persona, ésta pierde la alegría, se vuelve enseguida infeliz, con consecuencias desastrosas... a menos que no intervenga una particular fuerza que lo conmueva, le cree el "transfert", el entendrecimiento, el "desbloqueo afectivo". Y es que puede la persona caer por un deslizamiento ya descrito en esa infernal ruina afectiva; y reparar el mundo afectivo es difícil, porque la persona afectada, llevada por esa esterilidad va tras unos proyectos personales, ambiciones y pretensiones que le endurecen el corazón, le obstinan. Todo es motivo de descontento, y la desconfianza toma cuerpo como forma de esconder la incapacidad de resolver los problemas personales, y se quiere jugar a hacer el papel de víctima, y al mismo tiempo se hace de espectador ante su propio caso.
En su intimidad solitaria, el adolescente se experimenta a sí mismo, y a la medida que sus aspiraciones se hacen más realistas, menos utópicas, va madurando el carácter y su adaptación al medio, y un contacto social más estable y constante. Pero en muchas ocasiones aparece también el cuadro descrito de aburrimiento, acompañado a veces de un cierto sentimiento de inutilidad. Es necesario entonces experimentar que la vida es lucha, y que afrontando las cosas se vence, hay que vivir la propia vida y decidir lo que hay que hacer en cada momento, aun con riesgo de equivocarse; el aburrimiento está unido a la falta de un plan, a la carencia de un programa, a la ausencia de un proyecto. Es sinónimo de inseguridad, de desconfianza en sí mismo...
Este aburrimiento se esconde en muchos jóvenes bajo formas de activismo, situaciones divertidas o entretenidas, como formas de escape. En ellas no se busca la cosa en sí, sino el frenesí o excitación que la búsqueda comporta, y quizá va a la discoteca buscando un "algo" extraordinario, que nunca llega. Dice el prof. Polaino que en las situaciones divertidas el sujeto se vierte y escapa de los sentimientos de inutilidad, pero ya Kierkegaard advirtió que el aburrimiento mismo es una forma existencial de desesperación, de uno mismo, pues uno mismo es lo que aburre, al estar vacío. Es una forma análoga a las situaciones de frustración radical porque hagas lo que hagas no consigues realizarte a ti mismo, no hay auto-posesión, no se tiene a sí mismo, no hay capacidad de auto-donación por tanto y al no compartir hay experiencias de soledad. La diversión es un elemento importante del bienestar emocional, pero esa idea depende en gran medida de la educación de cada persona, de su cultura y sus ideales, valores y objetivos para la vida.
3. La soledad y la tristeza se evitan cuando hay un "tú". El hombre es, por naturaleza precisamente, un ser indigente, no acabado. No se realiza cuando está encorvado sobre sí mismo, como hemos visto, metido en sí (ensimismado) sino cuando está abierto al tú (entusiasmado). Imagen de Dios, que es comunión, sólo se realiza cuando se sale (cuando está en éxtasis, a imagen de Dios que se da de continuo). Entonces se funda un "nosotros". Y esto supone saber elegir compromisos con los demás, es estar dispuesto a asumir las responsabilidades que se desprenden de esta vinculación. Entonces también hay un mayor conocimiento de uno mismo, pues somos un proyecto de compañía, de cierta donación de uno mismo, de amistad, de amor. Se descubre entonces que la persona se autorealiza en la medida que contribuye a la realización de los demás, que nadie se autorealiza a sí mismo en solitario. La amistad supera el egoísmo utilitarista en las relaciones de unos con otros: no son amigos aquellas personas a las que "utilizamos" como compañía de diversión o únicamente para pasárnoslo bien y sólo cuando nos conviene; tales personas son, a lo sumo, "muletas afectivas" para nuestro entendimiento egoísta. Y la amistad es necesariamente otra cosa. De repente uno se da cuenta de que «alguien» ve las cosas igual que nosotros y se exclama: "¡Es bueno que existas!". Pero los amigos no se miran a los ojos, y a diferencia de los amantes apenas hablan de su amistad; su mirada está dirigida a las cosas que a los dos interesa (como decía F. Salinas Alonso, en "La amistad", en colección "Mundo Cristiano"). Un amigo es un tesoro.Y allí donde está nuestro tesoro está nuestro corazón, a decir de la Escritura. La amistad es una de las formas de manifestarse el amor, y como todas ellas, es algo que el hombre experimenta como maravilloso. Según Pieper, el amor consiste en aprobar y afirmar lo que ya estaba ahí. Amar algo o alguna persona es ponerse delante suya y decirle: "Es bueno que existas, es bueno que estés en el mundo". Y necesito esta forma de amor. Necesitamos de amigos a pesar de que en los momentos bajos pensemos si no sería mejor, más hermoso, no necesitar de nadie; pero enseguida vemos que no es un sentimiento interesado. Que amar consiste más que en recibir, en dar, esto está muy enraizado en el joven. Y buscando la felicidad del amigo estoy encontrando la mía también. En esto consiste lo maravilloso del amor. No busco mi felicidad sino la del otro. Pero a la vez soy feliz yo también. «Todo amor verdadero carece de cálculo -dice San Bernardo- y sin embargo tiene un pago; incluso únicamente puede recibir ese pago si no lo ha incluido en sus cálculos. Quien, como pago del amor, sólo piensa en la alegría del amor, la recibe. Pero el que busca otra cosa que el amor .mismo, pierde el amor y también la alegría"

   
Autor: 
Padre Llucià Pou Sabaté
Tomado de:
Church Forum http://www.churchforum.org/aprender-a-arrodillarse-descubrimiento-amistad.htm

¿Verdad que es magnífico? Espero les haya gustado.
Jesús Herrera

viernes, 12 de noviembre de 2010

Oración del abandono

Quiero compartirles hoy esta bellísima oración del beato Carlos de Foucauld. Es llamada "la oración del abandono"
Padre:
Me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que sea,
te doy las gracias.
 
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo,
con tal que tu voluntad
se realice en mí
y en todas tus criaturas.
Es lo único que deseo, Padre.
 
Te confío mi vida,
te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón, porque te amo,
y me es una necesidad de amor
darme,
ponerme en tus manos sin reservas,
con una infinita confianza,
porque tú eres mi Padre.
Atentamente:

Jesús Herrera


jueves, 11 de noviembre de 2010

Seamos valientes

¡Hola muchachos!


Que bonito es poder escribir para ustedes, y lo mejor: Que cada uno podrá escribir para todos. 
Hoy quiero que recordemos un gran tema, que ha venido acompañándome en estas dos últimas semanas: Ser valientes en Cristo. La biblia lo dice: "Yo te mando a que te esfuerces y seas valiente", y eso, es exactamente lo que la mayoría de veces tememos hacer.


Hoy, quiero decirles muchachos, y también, quiero recordarme, que en Cristo nunca hay que temer. Debemos confiar en nuestro Dios ciegamente, pues lo único que Él desea para nosotros es nuestro bien, y en abundancia. Muchas veces nos olvidamos de esto, y creemos tener nuestra vida bajo control, cuando es Él, el dueño de todo, sabedor de lo que pasará y desconocemos nosotros los hombres. Así que, invitémonos a seguirlo, a fundirnos en Él, a confiar en Él sin miedo. Él nos tiene el mejor de los tesoros preparado si así actuamos. ¿ Por qué temerle a nuestro Dios si solo con Él se da la verdadera felicidad?




Dejemos en sus manos hoy nuestra vida,acompañada de los dolores, alegrías y sueños... asi, será Él quien dirija nuestro camino, que estará lleno de cosas maravillosas




¡Bendiciones!


Sharon

viernes, 5 de noviembre de 2010

El Tríptico de Aparecida

Siendo esta la primera entrada del blog, he querido que esta hable sobre la vocación misionera de nuestro grupo. Por eso, en el contexto de la Misión Continental, les presento el video donde se explica el contenido del Evangelio de Aparecida, el Tríptico que explica la vocación misionera de nuestra fe en Cristo Jesús, y el deber que todos nosotros tenemos en está gran misión a la que nos ha enviado el Señor.



Jesús Herrera